Con la llegada del otoño llega también una de las plagas estacionales con más incidencia en el entorno urbano; la Procesionaria del pino (Thaumetopoea pityocampa).
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El grillo topo es un insecto de la misma familia que los grillos y saltamontes, pero, a diferencia de éstos, se dedica a excavar galerías subterráneas. Es un insecto de gran tamaño que puede llegar a medir 7 cm, con un cuerpo marrón o rojizo oscuro y recubierto de pelos cortos. La forma del grillo topo es la típica de un excavador, con los ojos poco desarrollados, antes cortas y patas delanteras con la forma de dos palas cortas y fuertes. El grillo tipo tiene dos pares de alas, las anteriores no están muy desarrolladas, pero sí las posteriores. Sólo utilizan las alas en época de celo.
El peligro del grillo topo
El grillo topo no es un insecto que ataque al hombre y se alimenta principalmente de pequeños invertebrados del suelo, incluidos algunos perjudiciales para la agricultura. ¿Por qué el grillo topo puede convertirse en una plaga peligrosa? Aunque por un lado puede llegar a ser beneficioso para la agricultura, por otro lado sus hábitos excavadores pueden dañar las raíces de las plantas, especialmente a las que poseen rizomas. El grillo topo causa daños sobre todo en las cosechas de patatas, cuyo valor se ve muy perjudicado por la aparición de túneles en los tuberculos. El daño producido no es sólo estético, ya que los túneles aumentan la posiblidad de daños y pudrición por hongos y bacterias.
Combatir al grillo topo
Tener en el huerto o el jardín algunos ejemplares de grillo topo puede ser beneficioso porque elimina otros insectos más dañinos, pero si la población crece puede convertirse en un problema. Puedes utilizar cebos con insecticida para reducir su población o preparar trampas con trementina y estiercol fresco para atraerlos y atraparlos.
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