La Consejería de Sanidad de Castilla – La Mancha ha hecho público el informe sobre el Brote de Legionelosis en Manzanares (Ciudad Real), ocurrido entre diciembre de 2015 y enero de 2016.
El número total de casos declarados fue de 593, de los cuales solo 277 (46%) fueron casos confirmados.
De los casos confirmados, 247 (89%) tenían fijada su residencia en Manzanares mientras que 30 casos (11%) residían en otros municipios cercanos, pero se habían desplazado a Manzanares en los periodos definidos de contagio.
Este brote se sitúa entre los que más casos han presentado en todo el mundo, quizás solamente por debajo de los declarados en Murcia ( 2000 ), Portugal ( 2013 ) o Alcoy ( 1999 – 2014).
La tasa de ataque sobre la población residente en la localidad de Manzanares ha sido muy elevada con 14,9 casos por 1.000 habitantes.
Los casos vivían fundamentalmente en el norte del municipio, zona en la que están ubicadas la mayoría de las instalaciones de riesgo.
En cambio, la tasa de mortalidad es una de las más bajas de las registradas en brotes comunitarios de legionelosis ( 1,4 %).
Desde casi un mes antes de la declaración del brote y de la puesta en marcha de las actuaciones de control hubo un goteo intermitente de casos.
Se identificó la cepa epidémica como Legionella pneumophila Serogrupo 1, subtipo Pontiac Philadelphia, con Sequence Typing ST 899, presente en el 80% de las cepas de los enfermos que se pudieron estudiar.
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La Asociación insiste en la importancia de contar con empresas cualificadas para poder cumplir con la normativa y poder, así, evitar brotes o situaciones de riesgo
El uso de las torres de refrigeración –principal fuente de dispersión de la bacteria- requiere un mantenimiento riguroso para que no suponga un riesgo para la salud de la población
Entre un 5% y un 30% de las personas que sufren legionelosis, fallecen, especialmente cuando se retrasan los tratamientos antibióticos
La Legionella Pneumophila suele sobrevivir en espacios húmedos y se ha convertido en un riesgo latente para todos los edificios que posean torres de refrigeración, sistemas de distribución de agua caliente sanitaria, condensadores evaporativos, e instalaciones consideradas como potenciales amplificadoras de legionella y diseminadora de legionelosis. De ahí que espacios como hospitales, instalaciones turísticas, clínicas, residencias, balnearios, spas, piscinas, campings o instalaciones deportivas deban extremar especialmente las precauciones como espacios susceptibles a esta bacteria. En muchos casos, las causas se atribuyen a las torres de refrigeración y los sistemas de distribución de agua sanitaria, donde se encuentran las condiciones de temperatura idóneas para su multiplicación (25-45ºC). Es el caso de los dos últimos brotes detectados, que han supuesto los cierres cautelares de un hotel-balneario en Orduña (Vizcaya) y de una torre de refrigeración de una empresa en Nueva Carteya (Córdoba), que siguen en activo y que, por el momento, se han saldado con tres personas afectadas en Córdoba y dos en Vizcaya.
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