Además de producir daño a los pinos infestados y causar el debilitamiento y el acceso a otras plagas al pino, cuando la oruga está desarrollada puede producir urticaria y alergias a los seres humanos y animales domésticos.
Las orugas están rodeadas de unos pelos urticantes que se dispersan y flotan en el aire produciendo irritación en la piel, nariz y ojos. Además, las reacciones alérgicas también se pueden producir en los animales domésticos (perros), produciendo entre otros los siguientes síntomas: inflamación de labios, boca y cabeza, abundante salivación y picores intensos en las partes afectadas. En los casos más graves se puede llegar a la necrosis de parte de la lengua e incluso a la muerte, si la infección llega a la laringe, puede morir por asfixia.
Las orugas tardan en nacer unos 30-40 días. Inmediatamente después de la eclosión éstas empiezan a alimentarse en el mismo lugar donde emergen, desplazándose posteriormente a otras zonas en las que construyen nidos de seda (bolsones) de forma provisional, manteniendo durante los cinco estadios larvarios un comportamiento gregario. 


Se recomienda que los tratamientos específicos para combatir esta plaga, tanto de endoterapia como pulverización de copa, se realicen a mediados de septiembre a finales de octubre, aunque siempre dependerá del clima de la zona, ya que al igual que cualquier insecto el ambiente les afecta en su ciclo biológico pudiendo retrasar o adelantar la puesta y por lo tanto todo el ciclo.