Este Verano: Avispa Alfarera

. Las larvas crecen solas.La avispa alfarera madre se asegura de que sus larvas empiecen la vida con buen pie. Primero fabrica un hogar seguro para cada una. Elige un lugar adecuado, que puede estar en el suelo o muros, donde los huevos no sean perturbados. Después sale a buscar barro. La avispa coge el barro en pequeños grumos y vuela hasta el emplazamiento del nido, sujetando los grumos entre la cabeza y las patas delanteras.

La avispa alfarera ablanda el barro mezclándolo con su saliva, usa las mandíbulas para moldearlo. Forma un círculo de barro y sigue añadiendo arcilla hasta formar un pequeño recipiente redondo, abierto por la parte superior con un borde curvo. 

La avispa alfarera emite un zumbido mientras trabaja. Procede de sus mandíbulas al moverlas rápidamente. 
En cuanto termina las paredes y la parte del tejado, la avispa pone un huevo. El huevo cuelga del techo del nido por un hilo. Llena el nido de comida antes de poner el huevo. Lleva orugas y arañas que en vez de matarlas las paraliza con su aguijón. 
La avispa alfarera fabrica de 10 a 15 nidos a lo largo de su vida.


A través de esta entrada, la avispa depositará orugas y arañas para que se nutran las futuras avispas. Cuando haya suficiente alimento, colocará el huevo por medio de un filamento. Finalmente, sellará la entrada para que nada entre y dejará que la larva se desarrolle. Una vez que haya crecido, la nueva avispa alfarera romperá lo que ha sido su primer hogar para emprender su vida en el exterior.
Esta avispa se caracteriza por tener el primer segmento abdominal en forma de pequeña campana, lo que le confiere una "cintura" especialmente estrecha. Es la especie más grande de su subfamilia, con sus casi tres centímetros de tamaño.
Pasan la mayor parte del tiempo dedicadas a la constucción de los nidos aglutinando barro, y yendo y viniendo del nido a alguna fuente de agua. Terminado el nido en forma de vasija, se aprovisiona la despensa con alguna oruga o larvas de otros insectos paralizadas con el veneno de su aguijón, y se deposita un único huevo. Como la presa no se muere, está en perfecto estado para cuando la larva eclosiona ya en pleno otoño.