¡No te muevas!
¿Cuántas veces hemos oido esa frase cuando una avispa ha empezado a revolotear a nuestro alrededor? Las avispas no conocen la discrección, su zumbido y sus colores brillantes nos ayuda a distinguirlas desde lejos y ellas lo saben. Se acercan tranquilas a nosotras porque saben que les tenemos miedo. Desde pequeño nos enseñan que la mejor forma de actuar cuando vemos una avispa es quedarnos quietos y esperar a que se vayan y es cierto. Las avispas sólo atacan cuando se sienten amenazadas, si haces movimientos bruscos o intentas golpearlas, es entonces cuando clavan su aguijón. La picadura de avispa es muy dolorosa y puede provocar reacciones alérgicas.
El zumbido de advertencia
Las avispas son insectos llamativos con un cuerpo esbelto de color negro y amarillo que hace que se las reconozca con facilidad. Tienen alas y un temido aguijón que usan para defenderse. Al contrario de lo que pueda parecer, no es un insecto valiente. La avispa prefiere huir antes que atacar y lo llamativo de su aspecto y el volúmen de su zumbido es una advertencia para que nadie se meta con ella. Todos conocen el peligro del aguijón de la avispa y hacen lo posible por evitarlo. Existen muchas especies distintas de avispa, algunas viven en sociedad y construyen colonias con una avispa-reina mientras que otras prefieren la soledad. La avispa es un insecto que suele verse en primavera y verano, le gustan los sitios húmedos y se alimenta de otros insectos mientras son larvas y de néctar cuando son adultas.
¿Son peligrosas las avispas?
A diferencia de otros insectos, las avispas en sí no son peligrosas. Algunas especies incluso se utilizan en control de plagas, ya que cazan para sus crías y son un método efectivo y ecológico de reducir la población de otros insectos más dañinos. Algunas especies de avispa también ayudan a la polinización. Es un insecto que no transmite enfermedades y su picadura, aunque muy dolorosa, no inocula un veneno mortal. Sólo las personas alérgicas pueden llegar a sufrir un choque anafiláctico con la picadura. No todas las avispas son beneficiosas, también existen algunas especies que suponen un peligro y deben ser tratadas como una plaga, como la famosa avispa asiática.
¿Existe alguna forma de ahuyentarlas?
Las avispas son sensibles a algunos olores y puedes usar remedios caseros como el limón con clavo, la cebolla o el vinagre para ahuyentarlas. También existen algunas plantas que actúan como un repelente natural para las avispas como la albahaca, el jazmín, la lavanda y el laurel. Para evitar que entren en casa puedes poner mosquiteras en las ventanas, tener cuidado de no dejar comida a la vista y cerrar bien los cubos de basura para no atraerlas. Los insecticidas son otra opción, pero ten cuidado cuando los apliques pues aun estando atontadas las avispas pueden picarte.
Fotos de Krzysztof Niewolny y Hamish Secrett
